LA FRUTA DEL PECADO

La mela di Eva. Il dolce della passione.
¿Tú por qué te dejas llevar?

jueves, 25 de junio de 2009

Este hombre está como una cabra


Juan José Millás, qué hombre tan raro. He leído "El Mundo", su obra autobiográfica, y me ha servido para admirarle pero también para diagnosticarle una locura innata incurable. Previamente sólo había leído una novela suya, "No mires debajo de la cama". Una novela surrealista donde las haya, protagonizada por zapatos. Después de esta primera lectura tan frustrante me prometí no volver a leer nada suyo pero, no sabéis cuánto me alegro de haber roto la promesa!!

Está pirado, está como una cabra... pero me encanta. ¿Yo también me estoy volviendo loca?

miércoles, 24 de junio de 2009

Trabajar entre mujeres

Más de 20 mujeres, la mayoría de ellas madres de uno o dos niños, una media de cuarenta y algún año. Casadas y separadas, enamoradas o desengañadas. Síntomas premenopáusicos. Yo 24 años, soltera, sin compromiso, comparto piso con amigas, ex-becaria y con síntomas premenstruales agudos.

Ahora soy experta en problemas infantiles y juveniles, conozco casos y perfiles psicológicos de todos los colores. Pregúntame sobre los pros y los contras de castigar a los niños, sobre la mejor forma de organizar un cumpleaños, los dibujos animados de moda... Y todo, muy a mi pesar.

El momento más surrealista que he vivido fue la competición de "mi niño da más guerra que ninguno".
- Ay, estoy matada, ayer Pepita me dio una tarde. Tardó dos horas en comerse un sandwich y luego no quería hacer la tarea.
- Uy pues Pepito se cogió un berrinche que le duró hasta la cena. Quería irse con un amiguito y yo por supuesto, no le dejé. Tengo que disfrutar de mi hijo.
- Si, pues la mía ni merendó, ni cenó.
- El mío se meó en la cama.
- Josefita, se ha meado, se ha cagado y su padre pasando de todo.
(Y luego dicen que los padres exageran las virtudes de sus hijos...)

En fin, estoy metida en un mundo que no me corresponde. Quiero trabajar entre hombres, incluso entre frikis informáticos que no levantan la cabeza del ordenador y que lo más que dicen es hola y adiós. Echo de menos, incluso, que se hable de fútbol (quiero decir, no las competiciones escolares).

Yo seré madre algún día, al menos eso espero, pero prometo no atosigar a nadie.