Ayer leí en una revista (creo que era un número pasado de Pronto) que existía una mujer de 42 años en los Estados Unidos que recuerda a la perfección cada minuto que ha vivido desde los 14. A mí no me pasa eso, desde luego, pero sí recuerdo a la perfección el primer pensamiento que tuve el día 17 de abril de 2008. Ese día salía a la venta la nueva novela de Zafón, "El juego del ángel", y yo tenía que ser una de las primeras en tenerlo.
Descubrí a Zafón con "La sombra del viento", igual que la mayoría de la gente, y quedé encantada. Después leí algunas de las novelas juveniles que había publicado con anterioridad a La sombra y, si he de decir la verdad, no me gustaron. La sensación que me ha quedado tras leer "El juego del ángel" no ha sido lo que me esperaba: además de ser una novela excesivamente larga, el relato de la historia, en muchas ocasiones, queda reducido a pasajes de muerte y sangre donde el autor nos describe las mil y una formas que existen de morir, o de ser asesinado.
En esta novela sólo he reconocido al Zafón de La sombra en el Epílogo, y durante toda la novela he hechado de menos el toque de humor del entrañable Fermín Romero de Torres.
Vuelve, Zafón, a ser tú.
Descubrí a Zafón con "La sombra del viento", igual que la mayoría de la gente, y quedé encantada. Después leí algunas de las novelas juveniles que había publicado con anterioridad a La sombra y, si he de decir la verdad, no me gustaron. La sensación que me ha quedado tras leer "El juego del ángel" no ha sido lo que me esperaba: además de ser una novela excesivamente larga, el relato de la historia, en muchas ocasiones, queda reducido a pasajes de muerte y sangre donde el autor nos describe las mil y una formas que existen de morir, o de ser asesinado.
En esta novela sólo he reconocido al Zafón de La sombra en el Epílogo, y durante toda la novela he hechado de menos el toque de humor del entrañable Fermín Romero de Torres.
Vuelve, Zafón, a ser tú.